En esta época los agapantos llenan de azul el jardín y su presencia se hace notar entre las otras plantas.
Las hortensias también destacan sobre el resto, tanto por el verdor de sus hojas siempre enhiestas, como por el color de sus flores.
La beloperone con sus llamativas brácteas y sus diminutas flores blancas mantiene siempre un aspecto radiante y colorido, pero cuando las brácteas se secan, agradece una limpieza.
Las dalias, cuando están erguidas, embellecen cualquier rincón; lo malo es cuando las tumba el viento, por eso no les viene mal entutorarlas.